En el sector inmobiliario, se considera construcción sostenible a los proyectos que se diseñan, construyen y operan en búsqueda del beneficio de las personas, la economía y el planeta. En nuestro país, este tipo de edificaciones y estructuras, que promueven la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la reutilización del agua, es cada vez mayor.
La primera edificación en conseguir una certificación que avale su sostenibilidad se llevó a cabo en el año 2014, cuando el edificio residencial Osa Mayor, ubicado en el distrito de Surco, obtuvo una certificación LEED, al lograr una reducción de 25% en el consumo de energía en sus áreas comunes y ahorrar un 40% en el consumo de agua.
Desde entonces, esta forma de construcción sostenible ha ido ganando terreno en nuestro país, llegando a establecer 03 diferentes certificaciones por las que se puede optar para desarrollar una edificación con lineamientos y estándares internacionales de sostenibilidad.
Certificación LEED
Esta certificación está centrada en permitir que el diseño, construcción, operación y mantenimiento de un edificio tenga un alto nivel de eficiencia en el uso de los recursos. En la actualidad, esta certificación otorgada por el Consejo de Construcción Sostenible de los Estados Unidos (USGBC), es la más utilizada en el mundo y en nuestro país, en donde más de 200 edificios ya cuentan con esta metodología que permite una gestión eco amigable de los recursos.
Certificación EDGE
Por sus siglas en inglés Excellence in Design for Greater Efficiencies, es una certificación creada por la Corporación Financiera (IFC), que es miembro del Grupo del Banco Mundial. Este sistema se basa en la reducción de la cantidad de recursos y en los materiales que se usan para la construcción. Además, esta certificación está enfocada en lograr que la construcción del proyecto sostenible sea más fácil, rápida y accesible.
Certificación BREEAM
Creada por Building Research Establishment (BRE), entidad británica orientada a la investigación constructiva en el mundo. Esta certificación es el más reciente método de evaluación, donde al igual que LEED y EDGE, también favorece a reducir el impacto en el medio ambiente, pero además brinda un mayor confort y salud a sus residentes.
Impacto medio ambiental
Hoy en día, el 40% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en Lima es a consecuencia de mantener operativas las edificaciones, lo cual aumenta a través de los años por la migración de las personas hacia la capital en búsqueda de una vida más próspera.
Según el último reporte de World Air Quality, la ciudad de Lima se encuentra en la octava posición de la ciudad más contaminada de América Latina, y según este mismo estudio, el Perú se encuentra en el puesto 22 a nivel mundial, como el país con mayor grado de contaminación ambiental.
En ese sentido, el desarrollo urbano sostenible es el modelo a seguir para alcanzar la eficiencia en el consumo de agua y energía, razón por la cual las edificaciones de estos días no solo presentan mejoras técnicas, de gestión, diseño y operatividad, sino que también hacen uso de tecnologías limpias o renovables para ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que originan el cambio climático.